Un centro que contaba con una sola pieza, sin agua potable, en un terreno cedido por un vecino, fue el inicio de la Posta Viluco, aproximadamente en la década de los 50. Don Atanasio Pardo, obstetra de la Universidad de Málaga, España, y también Presidente de la Junta de Vecinos, fue uno de los principales impulsores del centro de atención de salud, asistiendo cientos de partos y ayudando en todo lo que podía a los vecinos del sector, trasladándose en su caballo muchas veces a los hogares de quienes lo necesitaban, llegando a Campusano, Sta. Filomena o Sta. Julia. Una entrega a la comunidad que luego continúo creciendo, procedido por la hija de Don Atanasio, María Luz Pardo quien estuvo a cargo de la posta, repartiendo leche, alimentos, medicamentos, haciendo curaciones, servicios a domicilio y charlas educacionales en momentos de precariedad y pobreza. Un trabajo social que permitió a la posta ir ampliando las instalaciones poco a poco, aumentando también las prestaciones de salud, con atención de médicos como el doctor Héctor García y don Hugo Moya. Hasta hoy en día, la Posta de Viluco sigue apoyando a toda la comunidad, contando con 4.961 inscritos que reciben una atención integral para toda la familia y teniendo como objetivo que los vecinos del sector puedan acceder a este derecho.
